Abarca los municipios de Ahuachapán, Sonsonate, La Libertad, San Salvador, Cuscatlán y Chalatenango. Un rasgo muy particular de la arqueología salvadoreña es la presencia de eventos volcánicos en el desarrollo de la sociedades prehispánicas, ya que éstos han afectado directamente a las poblaciones antiguas.
Al momento se han registrado algunas erupciones tales como en el 800 a.C. (Plan Laguna), 536 d.C. (Ilopango), entre el 610 y 670 d.C. (Loma Caldera), 1658 (El Playón), entre otras, que son eventos importantes para la interpretación de abandonos y remodelaciones en sitios arqueológicos, así como movimientos de población. Aunque El Salvador no cuenta con comunidades hablantes de idiomas mayas, su población indígena de habla nahua y lenca representa una importante herencia mesoamericana, expresada mediante tradiciones, costumbres y artesanías.
Los grupos conocidos como “Maya-Pipiles” se encuentran mayormente en el departamento de Sonsonate, y destacan las comunidades de Izalco, Panchimalco, Nahuizalco, Jayaque, Cuisnahuat, Comasagua, San Pedro Nonualco, Santo Domingo de Guzmán y San Sebastián. Muchas poblaciones tienen una importante producción artesanal, como la elaboración de cerámica, donde destaca Ilobasco, aunque también se produce en Santo Domingo de Guzmán, Tonacatepeque, Suchitoto y la zona de Usulután. Recientemente, Chalchuapa se ha convertido en el principal productor de réplicas de vasijas prehispánicas. Las hamacas, sombreros, cestería y petates se elaboran en la región de Chalatenango y en Cojutepeque; la comunidad de La Palma es cuna de pintores y artesanías de semilla de copinol. Hay una tradición de muebles de mimbre, tule y otras artesanías de cestería en la región de Izalco, especialmente en Nahuizalco.
En cuanto a los textiles, las comunidades productoras son San Sebastián, en el departamento de San Vicente. Cabe destacar también la producción de Bálsamo, del cual se elaboran productos de todo tipo. Estas comunidades también han conservado tradiciones importantes, como la danza de Los Historiantes, y otras costumbres como el Festival de los Canchules de Nahuizalco, el Encuentro de los Cumpas en Cuisnahuat y las fiestas de cofradía y Semana Santa en Izalco.